En España, la tercera ola de la pandemia de coronavirus ha traído consigo un preocupante aumento en la tasa de desempleo, alcanzando niveles que no se veían desde abril de 2016, con un total de 4 millones de personas registradas como desempleadas según datos del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
Durante el mes de febrero, se sumaron 44.436 personas adicionales a la lista de desempleados, elevando la cifra total a 4.008.789 parados en el país.
La región de Cataluña fue una de las más afectadas, con un aumento de 4.209 personas desempleadas en febrero. A pesar de este sombrío panorama en el mercado laboral, se registró un ligero aumento en la afiliación a la Seguridad Social, con alrededor de 20.000 nuevos afiliados, lo que eleva el total a 18,85 millones de personas afiliadas. Sin embargo, este incremento está muy por debajo de las cifras de años anteriores.
El contexto económico continúa siendo dominado por la pandemia, y aunque se espera que el año 2021 marque el comienzo de la recuperación económica, es probable que las medidas restrictivas implementadas para combatir la segunda ola de infecciones continúen teniendo efecto en los primeros meses del año.
No obstante, se confía en que la disponibilidad de vacunas y el uso más generalizado de pruebas rápidas ayudarán a controlar la propagación del virus sin la necesidad de aplicar medidas tan drásticas como las anteriores.
Se espera que el crecimiento económico comience a repuntar a partir del segundo trimestre del año, especialmente una vez que los grupos de mayor riesgo estén inmunizados contra el virus. Además, se anticipa una recuperación más sólida en la movilidad internacional, lo que tendrá un impacto positivo en el sector turístico y en la actividad económica en general
Arrastres desde el 2020
El año 2020 quedará grabado en la memoria de muchos como un período de gran turbulencia e incertidumbre. La llegada de la pandemia de COVID-19 marcó un hito histórico, con repercusiones profundas en la sociedad y la economía a nivel mundial.
En el caso de España, este año estuvo marcado por un aumento significativo en la tasa de desempleo, como resultado directo de las medidas implementadas para contener la propagación del virus.
Durante el tercer trimestre del año, España experimentó un incremento de 355.000 personas desempleadas, elevando la tasa de desempleo al 16,3% desde el 15,3% en el trimestre anterior. Este aumento se produjo en un contexto de aumento de las infecciones por COVID-19 y la implementación de nuevas restricciones, lo que afectó negativamente al desarrollo económico del país.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el número total de desempleados en España alcanzó los 3,7 millones. [https://finanzasdomesticas.com/4-millones-desempleados-en-espana/] Durante el segundo trimestre, alrededor de 1 millón de personas perdieron sus empleos debido a los efectos de los confinamientos durante la primera ola de la pandemia, mientras que muchos otros se encontraban en planes de licencia temporal pagados por el gobierno.
Este golpe llegó en un momento en que España apenas estaba comenzando a recuperarse de la grave crisis financiera que azotó al país entre 2008 y 2013.
Ante esta situación, el gobierno español anunció planes para invertir 140.000 millones de euros de ayuda de la Unión Europea con el objetivo de revitalizar la economía y crear 800.000 empleos en los próximos tres años.
Las proyecciones del gobierno indican que la economía española se contraerá aproximadamente un 11,2% durante el año 2020, con sectores como el turismo enfrentando caídas aún más pronunciadas, estimadas en un 25%.
Además, se espera que la tasa de desempleo se sitúe en torno al 17% tanto este año como el próximo, lo que representa un desafío significativo para la recuperación económica y el bienestar social en el país.
4 millones desempleados en España
Actualmente, el número de desempleados en España está experimentando un aumento significativo, especialmente en el sector de servicios, alcanzando la cifra de 4 millones de personas sin empleo.
Esta situación ha sido particularmente sensible a las restricciones asociadas a la pandemia de COVID-19, lo que ha llevado a una disminución en el sector de la construcción y a una estabilidad relativa en la industria.
Además, las medidas implementadas para combatir el virus también han tenido un impacto negativo en el sector agrícola, manifestándose en una caída en los contratos laborales.
Durante el mes de febrero, aproximadamente 900.000 personas estaban empleadas en régimen de jornada reducida a través de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Al final del mes, una de cada cuatro personas en ERTE trabajaba a tiempo parcial.
Estas cifras se han mantenido estables desde septiembre, aunque se sitúan por debajo del pico registrado durante la primera ola de la pandemia.
Las expectativas están puestas en el mes de marzo, ya que se espera determinar si la tendencia actual se mantendrá o si una posible flexibilización de las medidas para la Semana Santa tendrá un impacto positivo en el empleo.
A nivel macroeconómico, se prevé que la economía se recupere en los próximos años, pero es importante tener en cuenta que esta recuperación dejará cicatrices importantes. Por tanto, será fundamental implementar políticas económicas adecuadas para cerrar estas cicatrices en el menor tiempo posible y evitar efectos persistentes en determinados sectores económicos y en la población activa que depende de ellos.
Recuperación de la economía
Se prevé que el mercado laboral experimente una recuperación gradual a lo largo de 2021, aunque será necesario implementar políticas laborales adecuadas para garantizar que los sectores más afectados por la pandemia, como el turismo, el ocio y la hostelería, no emerjan con profundas cicatrices.
Por lo tanto, se espera que los esquemas de licencias (ERTE) sigan siendo una herramienta importante en la primera mitad del año, aunque se utilizarán de manera más selectiva y temporal que en 2020.
El año 2021 también será crucial para el tejido productivo de la economía española. Es fundamental que las empresas no salgan excesivamente debilitadas de esta crisis sanitaria. [https://finanzasdomesticas.com/4-millones-desempleados-en-espana/] Para lograrlo, será necesario combinar medidas de alivio financiero para las empresas viables más afectadas, como recapitalizaciones y ayudas directas, con políticas estructurales que adapten el tejido productivo a un mundo post-pandémico más digital y sostenible.
Además, será esencial implementar una política fiscal que brinde apoyo a la recuperación a corto plazo, pero que también tenga en cuenta una visión de mediano plazo centrada en reequilibrar las cuentas públicas y recuperar cierto margen fiscal para estar preparados ante futuras crisis económicas.
En términos generales, se espera que el crecimiento económico en 2021 sea del orden del 6,0%. Aunque este ritmo de recuperación es significativo, aún dejará a la economía un 6,2% por debajo del nivel del PIB anterior a la crisis. De hecho, no se espera que la economía alcance los niveles previos a la crisis hasta el año 2023.
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